Hannah está ocupada intentando esquivar los intentos de su madre por casarla mientras dirige la panadería más popular de Lake Eden. Pero cuando encuentran a Ron LaSalle, el querido repartidor de periódicos muerto en la parte trasera de su panadería, su vida ya no puede ir a peor. Decidida a no dejar que aquello que afecta a la reputación de su establecimiento y sus famosas galletas, se propone descubrir al asesino. Pero si no anda con cuidado, su dulce vida podría amargarse. Nadie te sirve un misterio tan delicioso y lleno de suspense como Hannah Swensen, la heroína pelirroja repostera de Joanne Fluke, cuyas galletas de jengibre son tan ácidas como sus réplicas.
Hannah Swensen, detective aficionada y propietaria de una pastelería boutique, se encuentra en la prestigiosa posición de juez en el primer Concurso Anual de Postres de Hartland Flour. Pero cuando se entera de que su compañero, el entrenador Boyd Watson, ha sido encontrado muerto, boca abajo en un delicado dulce, su dulce nombramiento es archivado como un molde de magdalenas limpio.
Si ahora mismo se le antoja una tarta de manzana con queso cheddar y crujientes de chocolate casera, este libro, un capricho culpable con siete deliciosas recetas, sin duda le dejará en un estado de euforia.
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