Isabella Shay suele ser una persona muy honesta. Pero cuando llega tarde a su primer día en el trabajo de sus sueños y el barista grita "Amy" tres veces sin respuesta, hace lo impensable.
Izzy toma ese PSL.
Es la bebida exacta que ordenó y pagó, solo que mucho más adelante en la fila, y aceptará cualquier mal karma que le venga; está desesperada y llega muy tarde. Pero cuando se da la vuelta y se encuentra directamente con el hombre más atractivo que ha visto en su vida, derramando la bebida por toda su camisa y corbata hechas para GQ, termina teniendo el encuentro lindo definitivo. ¿Karma quién? Las chispas vuelan y las cosas parecen más que prometedoras, hasta que él le dice: "Nos vemos mañana, Amy".
Izzy razona que puede arreglar las cosas al día siguiente, no es gran cosa. Solo cuando llega a su nueva oficina y conoce al vicepresidente de su departamento, se encuentra con nada menos que Blake Phillips, el bombón de Starbucks. Y el hombre puede haber sido encantador con "Amy", pero con Izzy es un gruñón arrogante, un gruñón arrogante a quien no le hace ninguna gracia su explicación. Pero día a día, la atracción crece entre ellos y tendrán que encontrar la manera de trabajar juntos sin arrancarse la cabeza ni la ropa.
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