A veces, lo último que esperas es exactamente lo que necesitas, la pieza final que falta. Y a veces viene en forma de un sheriff imponente y melancólico, decidido a interponerse en tu camino a cada paso.
Ridley Sawyer sabe lo que es extrañar a alguien, sentir que una parte de ella desapareció, porque le sucedió la noche en que desapareció su hermana gemela.
Ahora, Ridley canaliza esa pérdida en esperanza, viajando por el país cubriendo casos sin resolver para su podcast de crímenes reales. Puede que no haya encontrado justicia para su hermana, pero eso no le impide encontrarla para otros.
Hasta que el sheriff Colter Brooks se interpone en su camino.
Colt sabe lo que es que los periodistas desciendan a su ciudad después de una tragedia, y no está dispuesto a permitir que un podcaster fogoso provoque problemas. No importa que sus cautivadores ojos azules le digan que hay más en la historia de Ridley o que no pueda dejar de imaginar cómo sería tocarla.
Pero cuando el caso sin resolver de Ridley se pone candente y ella se ve en la mira, Colt no tiene más remedio que intervenir. De repente, Ridley vive en su casa, bebe su whisky y le roba el cariño a su perro. Pero también está demostrando que es mucho más que su primera impresión.
Y a medida que se acercan a la verdad, el juego que han estado jugando podría volverse mortal...
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