Para la mayoría de la gente, los príncipes, princesas, condes y duques sólo se encuentran en las páginas de los cuentos de hadas más famosos. Las coronas, las joyas invaluables y los tronos dorados sólo pertenecen a los sueños de la infancia.
Pero para algunos, estas fantasías frívolas son la realidad.
Para otros, son la vida real.
En el Upper East Side de Manhattan, la gente siempre me ha tratado como alguien especial. Todo por mi nombre ancestral y mi legado. Todo por una conexión que comparto con la familia más importante de nuestro país de origen.
Soy Caresa Acardi, la duquesa de Parma. Una sangre azul de Italia. Nací para casarme bien. Y ahora la fecha de la boda está fijada.
Voy a casarme con un miembro de la Casa Savona. La familia que habría sido la realeza si Italia no hubiera abolido la monarquía en 1946. Pero para los aristócratas de mi hogar, la abolición no significa nada en absoluto.
Los Savona todavía tienen el poder donde más importa.
En nuestro mundo cerrado de dinero, estatus y bailes de máscaras, ellos lo son todo y más.
Y pronto me convertiré en una de ellas.
Pronto me convertiré en la esposa del príncipe Zeno Savona...
... o al menos lo era, hasta que conocí a Achille.
Y todo cambió.
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