Enrique “Quique” Luna tiene un objetivo este verano: superar su enamoramiento por Saleem Kanazi y buscar otras posibilidades románticas. No importa que solo se haya sincerado con su mejor amiga, Fabiola. No importa que no tenga ni un ápice de talento. Y definitivamente hay que olvidar el hecho de que el bueno, amable y, por no decir hermoso, Saleem se va de Los Ángeles para el verano para conocer a una chica con la que sus padres están tratando de emparejarlo.
Afortunadamente, las posibilidades de Quique son cada una intrigante a su manera. Está el deportista drogadicto Tyler Montana, que podría estar tan interesado en Fabiola como él en Quique; el recto presidente de la clase de último año, Ziggy Jackson; y Manny Zúniga, que no deja de mirar a Quique como si fuera carne asada recién salida de la parrilla. Con todas estas opciones, Quique seguramente se olvidará de Saleem en poco tiempo.
Pero a medida que el verano se calienta y sus miedos y ansiedades más profundas se desbordan, Quique pronto se da cuenta de que superar a un chico superando a un montón de otros puede no haber sido el mejor plan y vivir su verdad puede tener un alto costo.
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